What are the creative industries?
Desde que se presentó publicamente el Espacio Creativo Independiente muchos sois los que nos habéis preguntado por la definición “exacta” de lo qué son las Industrias Creativas y qué características reunen, que las hacen diferentes del resto permitiéndoles llevar esa apetecible etiqueta de “creativas”. Definirlas con exactitud se hace difícil. Veamos por qué.
En los últimos 15 años se ha ido formando una mayor conciencia sobre ellas, siendo quizá Richard Florida el más famoso y a la vez el más controvertido responsable de ello. Se trata de un segmento difuso de las actividades económicas en el que confluyen una serie de características con diferentes grados de intensidad: tecnología, talento y tolerancia. Florida acuñó la idea de clase creativa para referirse a algo que va más allá de la enumeración de una serie de actividades productivas: una forma de vida, con rasgos muy específicicos, que impregna al propio trabajo y que termina por influir en el espacio urbano en el que se desarrolla. La presencia de esa “clase” está asociada por lo general a entornos tecnológicos cimentados en la web 2.0.
En el dossier del Espacio Creativo esbozábamos algunas claves: ”los integrantes de las industrias creativas comparten un estilo de vida que incluye la participación activa y el compromiso con la experiencia auténtica y el carácter propio de los lugares. Prefieren ser participantes activos a espectadores de lo que les rodea, creando un vinculo especial con su entorno más próximo, como puede observarse en multitud de ciudades a lo largo del siglo XX (Montmartre en París, el Soho de Nueva York o los Docklands en Londres). Sin embargo lo que diferencia y singulariza a las industrias creativas es su capacidad de ser agentes participativos en la actividad económica local“. De un tiempo a esta parte las instituciones han desarrollado una especial sensibilidad hacia el papel que las industrias creativas pueden jugar en las sociedades del presente y del inmediato futuro. La Unesco, consciente de la creciente impacto de las actividades creativas en las economías locales, está promoviendo en una serie de documentos la visión del alto valor económico y productivo de estas actividades así como en el conjunto de valores que llevan asociados (innovación, sostenibilidad, progreso tecnológico, conciencia global, cultura…), valores necesarios para alcanzar una sociedad más justa y equilibrada.
Ahora el Parlamento Europeo recoge la iniciativa liderada por la Unesco buscando articular una serie de políticas que potencien la presencia de las Industrias Creativas en Europa. En su Libro Verde “Liberar el potencial de las industrias culturales y creativas” define las industrias creativas como “aquellas que utilizan la cultura como material y tienen una dimensión cultural, aunque su producción sea principalmente funcional. Entre ellas se incluyen la arquitectura y el diseño, que integran elementos creativos en procesos más amplios, así como subsectores tales como el diseño gráfico, el diseño de moda o la publicidad”.
No nos sentimos capaces para determinar la lista de las Industrias Creativas. Ni tampoco parece que tenga mucho sentido. En 2009 la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados reconoció al videojuego como un ámbito fundamental de la creación y la industria cultural de España. A la vista de este tipo de cambios, con la aparición de nuevas actividades propiciadas por el desarrollo de la tecnología, podemos concluir que lo fundamental reside en una actitud vital concreta y en los valores puestos en juego, que tienen como consecuencia reconocible un trabajo personalizado, la búsqueda de la innovación y el deseo de estar conectado con el entorno cultural al que se pertenece. Esas pautas hacen que cualquier industria pueda ser considerada como Industria Creativa, aunque existan unas más que otras fomenten de entrada esas pautas por sí mismas.
Todas tienen cabida en el Espacio Creativo Independiente de Córdoba.
Este post ha sido publicado originalmente en el blog del Espacio Creativo.